“Los niños son maestros que vienen a enseñarnos con sus acciones y emociones, son una guía para nuestro despertar.”
Para educar niños felices debemos ofrecerles un aprendizaje basado en las emociones. Esto les permitirá el día de mañana poder gestionar muchas áreas de su vida con mayor efectividad, poder comunicarse mejor, reconocer emociones en las otras personas para poder respetar, para poder entender y disponer de una mejor conexión con la sociedad. Educar en el respeto, en la asertividad y en unas buenas habilidades sociales, les permitirá sin duda ir madurando con mayor autonomía.
Por eso, en sala de cuatro, trabajamos con las diferentes emociones, la alegría, la tristeza, el miedo y el enojo, e invitamos a los papás para compartirles lo aprendido a través de videos que los nenes prepararon previamente donde entrevistaron a maestras, profesores y otros niños preguntándoles sobre sus emociones y cómo podían resolverlas. También realizaron representaciones de diversas situaciones que generan en ellos estados emocionales variados.
Y, como el cuerpo también refleja nuestras emociones, realizamos una expresión corporal con máscaras realizadas por los niños y acompañadas de diferentes músicas.
Creemos que es necesario fomentar su autonomía para que se sientan capaces y seguros de sí mismos, ayudarlos para que puedan gestionar sus emociones respetando también las de los demás y así relacionándonos con empatía y respeto podamos hacer una sociedad mejor.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.”